Este miércoles marca el séptimo día consecutivo en que los cardenales se reúnen a puerta cerrada en el Vaticano para celebrar las congregaciones generales, reuniones privadas en las que se prepara el terreno para el cónclave en el que será elegido el próximo Papa.
Desde que comenzaron el pasado 22 de abril, un día después del fallecimiento del Papa Francisco, estas asambleas ya han dado lugar a decisiones cruciales como la fecha de su funeral y el inicio del cónclave, previsto para el 7 de mayo.
Durante estas reuniones cada purpurado tiene la oportunidad de intervenir brevemente para ofrecer su visión sobre la situación de la Iglesia Católica, perfilando los desafíos y prioridades que deberá afrontar el próximo pontificado.
Este miércoles, por ejemplo, se discutieron asuntos relevantes como la situación financiera de la Santa Sede o la vocación sacerdotal. Se trata de reflexiones personales pronunciadas en público para ayudar a los electores en su discernimiento.