El Cardenal estadounidense Leo Burke, prefecto emérito del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica en el Vaticano y uno de los cardenales electores, compartió una oración a la Virgen de Guadalupe por el cónclave que se iniciará el 7 de mayo.   

El Cardenal Burke, de 76 años y uno de los 10 purpurados de Estados Unidos que estarán en el cónclave, fue Obispo de La Crosse, estado de Wisconsin, donde fundó el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Luego fue Arzobispo de St. Louis. El Papa Benedicto XVI lo creó cardenal en 2010. Del 2008 al 2014 fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.

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El purpurado publicó en su cuenta de X y en español la “Oración de la Novena por el Sacro Colegio Cardenalicio” para que sea rezada hasta el 5 de mayo. Sin embargo y en una nota publicada este viernes 2 en su cuenta de X, el cardenal instó a todos a iniciar una segunda novena por el cónclave.

En cualquier caso, el purpurado ruega a los fieles que sigan rezando la oración y la novena por el cónclave “hasta que sea elegido el nuevo Sucesor de San Pedro”.

“Agradezco a todos los que han estado rezando la Oración de la Novena o que comenzarán a rezarla ahora. Podemos confiar en que Nuestra Señora de Guadalupe intercederá poderosamente por la elección de un Pastor bueno y santo para la Iglesia Universal”, subrayó.

A continuación la oración a la Virgen de Guadalupe propuesta por el cardenal estadounidense:

Me arrodillo ante ti, oh Virgen Madre de Dios, Nuestra Señora de Guadalupe, Madre compasiva de todos los que te aman y te claman, te buscan y en ti confían. Suplico por la Iglesia en un momento de gran prueba y peligro para ella.

Así como acudiste al rescate de la Iglesia en el Tepeyac en 1531, intercede por el Sagrado Colegio Cardenalicio reunido en Roma reunido para elegir al Sucesor de San Pedro, Vicario de Cristo, Pastor de la Iglesia Universal.

En este momento tumultuoso para la Iglesia y para el mundo, ruega a tu Divino Hijo que los Cardenales de la Santa Iglesia Romana, Su Cuerpo Místico, obedezcan humildemente a los impulsos del Espíritu Santo.

Que, por tu intercesión, elijan al hombre más digno para ser Vicario de Cristo en la tierra. Contigo, pongo toda mi confianza en Aquel que es nuestra única ayuda y salvación. Amén.

Corazón de Jesús, salvación de los que confían en Ti, ¡ten piedad de nosotros!

Nuestra Señora de Guadalupe, Virgen Madre de Dios y Madre de la Divina Gracia, ruega por nosotros.

ACTUALIZACIÓN: Esta nota se publicó originalmente el 30 de abril de 2025. Se ha añadido la información proporcionada por el Cardenal Burke este viernes 2 de mayo.