En Guanare, ciudad venezolana donde se apareció la Santísima Virgen al Cacique Coromoto, se conmemoró el 371° aniversario del traslado de la reliquia de la Virgen, desde Tucupido hasta la Catedral de Guanare. Mons. Owaldo Araque, obispo local, dijo que la Madre de Dios quiso bendecir a Venezuela “con su presencia viva y real”.
El 8 de septiembre de 1652, la “Bella Señora” —como le decía Coromoto, líder de la tribu cospe— dejó en su mano una muy pequeña reliquia con su imagen, que los científicos no dudan en catalogar de “milagrosa” debido a varias de sus características.
Juan Sánchez, un español honrado y buen cristiano, guardó entonces la reliquia durante algunos años, hasta que el 2 de febrero de 1654 fue trasladada desde su casa, en el sector de Tucupido, hasta la Iglesia Catedral de Guanare, donde permaneció mucho tiempo.
La Basílica Menor Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, inaugurada en 1996 por San Juan Pablo II, es el lugar donde hoy se venera a la Patrona de Venezuela en su sagrada imagen.
Durante la Misa, este domingo 2 de febrero, el Obispo de Guanare resaltó la importancia de los sacerdotes y religiosos en el marco de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, animándoles a poner la mirada en Jesús sobre todo en los momentos más complicados.
“El Señor sigue apostando por cada uno de nosotros, sigue atento de cada uno de nosotros y sigue viviendo en medio de su pueblo. El Señor sigue encontrándose con su pueblo, y hoy de una manera especial lo hemos celebrado: Él nos envió —porque es querer de Dios todo lo que sucede— a su Santísima Madre, la Virgen María”, aseguró Mons. Araque.