La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) argumentó el domingo que su programa de refugiados, que funciona desde hace mucho tiempo, es una “obra de misericordia”, después de que el vicepresidente JD Vance criticara las posiciones de los obispos sobre temas de inmigración.
Vance hizo estas declaraciones durante una entrevista, el domingo 26 de enero, con Margaret Brennan en el programa Face the Nation de CBS News.
Brennan le preguntó a Vance, quien es católico, sobre las críticas de la USCCB la semana pasada a las diversas directivas de la administración Trump sobre inmigración, específicamente la rescisión por parte del gobierno de la política que restringía los arrestos por inmigración en "lugares sensibles" como las iglesias.
Vance respondió que “como católico practicante” estaba “desconsolado” por las críticas de los obispos.
“Y creo que [la USCCB] necesita mirarse un poco al espejo y reconocer que cuando reciben más de 100 millones de dólares para ayudar a reasentar a los inmigrantes ilegales, ¿están preocupados por cuestiones humanitarias?”, dijo Vance. “¿O están realmente preocupados por sus resultados? Vamos a hacer cumplir la ley de inmigración. Vamos a proteger al pueblo estadounidense”, añadió.
Cuando se le preguntó si creía que los obispos estadounidenses están “ocultando activamente a los criminales de las fuerzas del orden”, Vance argumentó que la USCCB “no ha sido un buen socio en la aplicación sensata de las leyes de inmigración por las que votó el pueblo estadounidense, y espero, de nuevo, como católico devoto, que lo hagan mejor”.