7 de noviembre
SAN ENGELBERTO, Arzobispo de Colonia, Mártir
Uno de los abusos que más se extendieron
durante la Edad Media, era la conseción de uno o varios beneficios
eclesíasticos a los jóvenes y aun niños. San Engelberto
fue un ejemplo de ellos, cuyo padre era el poderoso Conde de Berg. Cuando
estudiaba todavía en la escuela de la catedral de Colonia, era ya prebendado
de Santa María de Aquisgrán, de San Jorge, de San Severino y
de la catedral de Colonia.
En 1217 fue nombrado Arzobispo de Colonia; la diócesis estaba completamente
arruinada por las luchas políticas y religiosas, pero San Engelberto
poseía cualidades humanas que lo hacían apto para la tarea que
le esperaba: un juicio claro, un gran deseo de justicia, una voluntad fuerte
y una presencia que imponía respeto.
El santo recibió generosamente a los
frailes menores y dominicos a quienes alentó para que se estableciesen
en sus dominios. Convocó varios sínodos en su diócesis
para mantener la disciplina en el clero secular y regular.
El santo desempeñó con vigor y energía, y supo ganarse
el respeto de todos; pero al mismo tiempo, la mano firme y justa con que gobernó,
le creó muchos enemigos. Uno de ellos, fue su primo Federico de Isenberg,
administrador de las religiosas de Essen, quien tramó una conspiración
para asesinarlo debido a los reproches que San Engelberto le había
dirigido a causa de sus abusos y malos manejos administrativos.
El 7 de noviembre de 1225, el santo partió de Soest a Schwelm con una escolta insuficiente, y Federico y otros nobles cayeron sobre él con cien soldados y lo asesinaron.