25 de Junio

SOLEMNIDAD: LA PRECIOSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Desde la época de los Apóstoles, la Preciosa Sangre del Señor ha sido símbolo de la Redención. Aunque la devoción particular a la Preciosa Sangre se debe, sobre todo, a la iniciativa de San Gaspar del Búfalo, ya desde mucho antes se practicaba dicha devoción en varias Iglesias. Por ejemplo, en 1582, se concedió a la arquidiócesis de Valencia, España, el rezo de un oficio "de la Sangre de Cristo"; la diócesis de Sarzana, en la Toscana, obtuvo la misma gracia en 1747. A principios del siglo XIX, se concedió a la congregación de San Gaspar el privilegio de celebrar la fiesta de la Preciosa Sangre. El Papa Pío IX la extendió a la Iglesia universal en 1849, cuando la revolución acababa de expulsarle de Roma.

Como lo hacía notar Dom Guéranger, al celebrar la fiesta de la Preciosa Sangre, la Iglesia celebra su propio nacimiento, pues la sangre y el agua que brotaron del costado de Cristo le dieron el ser. De ese modo, la herida del costado de Cristo se convirtió en fuente de vida para el mundo. En la homilía de la lección de maitines San Juan Crisóstomo dice: "Así, pues, la iglesia nació del costado de Cristo, como Eva, la esposa de Adán, nació de su costado…Así como Dios creó a la mujer, sacándola del costado del hombre, así Cristo creó a la Iglesia sacándola de su propio costado".