En 1899, León XIII estima que la Iglesia atraviesa tiempos calamitosos. El 15 de agosto, en la fiesta de la Asunción, firma una nueva encíclica, a favor de la devoción al Rosario, de la que se hace ferviente propagador. Tuvo por nombre. Largos desarrollos sobre el poder de San José ocupan la mayor parte del documento pontificio. León XIII muestra, especialmente, cómo José es el modelo de los padres de familia y de los trabajadores decide que durante el mes de octubre, a los ejercicios del Rosario sería agregada una oración a San José, que promulga la encíclica [Quamquam pluries]
Pío XII

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Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa