Tercer Día de la Novena a San Juan Evangelista

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días

Señor Jesús
que nos diste como mandamiento nuevo el amor, 
te pedimos que, a ejemplo de san Juan Evangelista, 
tu discípulo amado, te amemos sin temor e incondicionalmente, 
aún cuando por ser tus discípulos el mundo nos persiga y condene. 
Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. 

Tercer día
«Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él.» Jesús respondió: «En verdad, en verdad os digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.» Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu». (Jn 3, 1-8) 

Jesús, que pueda yo vivir de tu Vida

«Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte». (I Jn 3, 14) 

Juan, tú que nos dices que el amor nos lleva de la muerte a la vida, intercede ante Jesús para que... (Petición) 

Oración
Salmo 108 (107) 
Mi corazón está dispuesto, ( ¡Oh Dios!; 
voy a cantar y a tocar para ti: ¡Despierta gloria mía! 
¡Despierten, cítara y arpa! ¡Despertaré a la aurora! 
Te daré gracias entre los pueblos, Señor tocaré para ti entre las naciones; 
pues tu amor llega hasta el cielo, hasta las nubes tu fidelidad. 
¡Muestra, oh Dios, tu grandeza en los cielos, y tu gloria sobre toda la tierra! 
Padre Nuestro. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.