Séptimo Día de la Novena a la Virgen del Huerto

Por la señal de la Santa Cruz… 

Oración Inicial
Bendita seas, Madre del Huerto,
por haber manifestado tu esplendor y belleza
en el muro de un Huerto de Chiávari,
desde donde dispensas tus favores, tanto espirituales como materiales.  

Acudimos a ti, con la más ilimitada confianza, para implorar tu maternal intercesión.
Ayúdanos a que nuestra petición nos sea concedida... (formular la petición)
Madre del Huerto que tuviste tanta influencia con tu Hijo, ruega e intercede por nosotros para obtener las gracias que pedimos, si esa es la voluntad de Dios.
Amén.

Séptimo Día: Madre nuestra muéstranos tus ojos misericordiosos
Evangelio de San Lucas:
“Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el que es poderoso ha hecho cosas grandes en mí… y su misericordia se extiende generación en generación”
En la Salve, encontramos una invocación her­mosa: "… vuelve a no­sotros, muéstranos esos tus ojos misericordiosos!".  ‘¿Cómo son los ojos de la Virgen?'.  Son “misericordiosos”, porque son ojos de madre, como son los ojos de todas las madres, pero en grado preeminente. Son ojos siempre abiertos, siempre atentos a nuestras necesidades: en las Bodas de Caná, vio lo que nadie veía.  
Ojos de María!: dos lagos de misericordia, para iluminar todas las tinieblas y curar todas las heri­das. Tú que nos ves, María. Tú que nos conoces bien, dinos: ¿Cómo son nuestros ojos? ¿Son como los tuyos? ¿Se parecen a los de Dios? ¿Tenemos ojos de misericordia como tu Hijo Jesús nos reco­mendó: ‘Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso’? 
S. Antonio Gianelli, según sus biógrafos, era un enamorado de María. Por eso, lleno de confianza en su intercesión, anima al pueblo a acudir a ella diciendo:
"No se acude en vano a la Madre de la Piedad y no usa con no­sotros piedad, sin que al mismo tiempo, nos haga sentir su socor­ro. No debemos maravillarnos de ello porque María, que es nuestra Madre y que por lo mismo ejerce con nosotros su miseri­cordia, es al mismo tiempo Madre de Dios, por lo que puede ayudarnos con su socorro." 

Oración:
Santa María de los ojos misericordiosos, danos tus mismos ojos para ver, 
sentir y ser siempre misericordiosos al estilo de Dios"
Amén

Oración final: Acordaos
Acuérdate, Oh piadosísima Virgen María y dulcísima Madre,
María Santísima del Huerto, que jamás se oyó decir que ninguno
de cuantos han acudido a tu amparo, implorando tu protección
y reclamando tu auxilio, haya quedado sin consuelo.
Animado con esta confianza, a Vos también acudo,
Oh María Santísima del Huerto, y gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me postro humildemente en presencia de tu imagen,
por cuyo medio tanto deseas favorecernos.
No desprecies mis súplicas, Oh Madre mía, antes bien escúchalas
y acógelas favorablemente. Amén

Letanías

  • Nuestra Señora del Huerto, ruega por nosotros. 
  • San Antonio Gianelli, ruega por nosotros.
  • Beata María Crescencia, ruega por nosotros. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén