Quinto día de la Novena a San Pedro Claver

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Oración Inicial

Te damos Gracias Oh Dios, que creaste al hombre a tu
imagen y semejanza para que viviera en este mundo como hijo
tuyo, y lo redimiste con la sangre preciosa de tu
Unigénito, para que gozara de Ti para siempre. Te damos
Infinitas gracias por tantos beneficios y por haber dado a
todo el mundo a San Pedro Claver, que tanto contribuyó
con sus fatigas para que los hombres te conocieran y
amaran sinceramente.

Te ofrecemos los méritos de este siervo,
fiel imitador de los ejemplos
de nuestro divino Redentor, y te pedimos que nos concedas
por su intercesión que libres de la esclavitud del pecado nos
preocupemos en tu servicio y en la práctica de las virtudes
cristianas, a fin de que dando testimonio de ti con el amor,
la misericordia y el servicio a los demás, podamos algún día
con todos tus hijos fieles, gozar de ti en el cielo y alabarte
eternamente. Amen.

CONOCIENDO SU HISTORIA

Sepultados en vida
Pero los superiores le destinaron a Cartagena de Indias,
donde fue ordenado por el obispo dominico fray Pedro de la
Vega el día de San José en 1615. Dijo su primera misa en
el altar de la Virgen del Milagro de la iglesia de la
Compañía. Allí conoció al sabio jesuita Alonso de Sandoval,
investigador de la vida de los negros y autor del famoso
libro De instauranda ethiopum salute, quien, en contra del
dominante ambiente esclavista, recibía con afecto y
bautizaba a los esclavos que llegaban al puerto en
abundancia y en un estado calamitoso en las bodegas de
los barcos negreros, procedentes de África. Claver se
entregó en cuerpo y alma a los negros bozales.

En medio del clima caluroso de Cartagena, ciudad donde ya
había más de 1.500 esclavos y los mosquitos y las
enfermedades devoraban a los sanos, se enfrentó con
hechos heroicos a la ignominiosa trata. Pedro vio claro
entonces el sentido de su sacerdocio; y el 3 de abril de
1662, al pronunciar su profesión solemne, estampó junto a
su firma la que sería la gran consigna de su vida: Petrus
Claver, aethiopum semper servus (“Pedro Claver, esclavo
de los negros para siempre”).

El joven sacerdote siguió a la letra el método empleado por
el padre Sandoval. Procuraba enterarse con antelación de
la llegada de un barco negrero – hasta ofrecía una misa a
quien se lo avisara– y se informaba de que nación venía
para procurarse intérpretes, que buscaba por toda
Cartagena. Los amos de éstos llevaban muy mal que se los
pidieran y recibían a los jesuitas con insultos. Más tarde el
propio colegio llegó a comprar los negros intérpretes,
grandes colaboradores de Claver. Acompañado de sus
intérpretes acudía Claver al puerto llevando al brazo un
canasto cargado de plátanos, naranjas, limones, pan, vino,
tabaco, aguardiente y sahumerios. Luego, descendía
heroicamente a la sentina del navío donde por más de
cuarenta o cincuenta días venían sepultados entre
trescientos y cuatrocientos negros. Ante los ojos
desorbitados de terror de los pobres africanos, les decía
que él quería ser su padre y pretendía tratarlos bien; que no
iba con intención comérselos, como creían, o maltratarlos,
sino para quererles y enseñarles el camino de Jesús. Si
alguno llegaba en peligro de muerte, él mismo lo envolvía
en su manto y lo llevaba a un hospital.

Quinto día: La caridad

Ver: Hoy en día nos cuesta vivir la caridad porque
nos quedamos en actitudes de rencor, en pensar sólo en
nosotros, en el afán egoísta de desarrollar al máximo
nuestras cualidades, el ruido tanto externo como interno
que no nos permite reflexionar sobre el obrar. Actuar por el
qué dirán, más que por convicción. Mal humor, venganza,
discusión, envidia, dureza de corazón, individualismo,
discriminación, odio, racismo y rechazo social; que no nos
permite sacrificarnos por los demás.

Mateo 25, 35-36.40
“Tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron
de beber; forastero y me recibieron en su casa; sin ropas y
me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y fueron a
verme. Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de
estos, mis hermanos más pequeños, me lo hicieron a mí.”
Palabra del Señor.

Muchos pueden ser buenos, pero, ¿buenos y generosos
serán muchos?, es la pregunta que surge ante la dificultad,
de no ver hoy día la entrega y la dedicación en la caridad
para con el prójimo, y esto sí que lo supo hacer San Pedro
Claver, quien con su atención, incluso podía llegar a
desvelarse con tal que sus esclavos estuviesen bien: con
salud, contentos, que estudiaran y que oraran a Dios que
les había concedido con su amor todo, ciertamente San
Pedro Claver se convierte entonces en modelo de caridad,
con la que acoge desinteresada y fraternalmente a cada
uno de los negros que desembarcaban de los barcos en los
que llegaban a Cartagena.

¿Soy generoso en mi vida para con los demás?, ¿qué me
falta para serlo?, ¿en qué acciones concretas podría ser
generoso en mi vida?
Actuar: Visitar a un enfermo o consolar a alguien
que está triste.

Rezar Padre nuestro, Ave María y Gloria.

GOZOS

Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.
A ti San Pedro Claver patrono de los esclavos,
nos encomendamos en tus santas manos,
que al ver tú llegar la esclavitud a nuestras vidas
nos socorras siempre presto a salvar nuestras familias.
Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.
Esclavo de los esclavos, es el título que te dan
a ti San Pedro Claver, todo un santo de verdad.
Pues fuiste a Cartagena, no precisamente a pasear, sino a ver aquellos negros
que Dios te había de encomendar.
Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.
Quizás no te podamos definir San Pedro, en un sólo valor:
humildad coraje y valentía los llevas en el corazón
!Eso sí, está claro¡ te los dió Dios, nuestro Señor.
Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.
A los esclavos te presentaste y a ellos quizás asustaste,
porque no habían conocido
tanto amor en cualquier parte
a ti Santo milagroso, santo de la humildad
hoy y siempre te pedimos que nos ayudes cada día más.
Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.
Tuvistes muchos enemigos, humillaciones y obstáculos, pues trabajabas de corazón
y no hacías espectáculos.
Tu misión no tiene fronteras ni tampoco color
pues sabes que todos somos la gran familia de Dios.
Oh San Pedro Claver intercede por nosotros sedientos de Dios.
En tus manos nos abandonamos con anhelos de liberación.

Oración Final

Oh. Dios, que con el fin de llevar el evangelio a los esclavos
Negros, dotaste a San Pedro Claver de admirable amor
y paciencia; concédenos por su intercesión y ejemplo,
que superemos todas las discriminaciones sociales,
y amemos a todos los hombres con sincero corazón.
Por Jesucristo nuestro Señor…
Amen