Séptimo Día de la Novena a San Juan XXIII

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración inicial

Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad y obediencia.

Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las iglesias, la caridad para todos los hombres.

Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor, bendícelas y líbralas de todo mal.

Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María. Amén.

Séptimo día: Elegido para ser Papa

Señor Jesús: Tú regalaste a tu servidor Angelo Quiseppe Roncalli, el privilegio de ser Papa de nuestra Iglesia. Tú sabes que no era el favorito entre los candidatos al papado, pero Tú, Señor, lo elegiste. Para imitarte e imitar a dos de tus primeros colaboradores; Juan el Evangelista, tu discípulo preferido, y a tu precursor Juan Bautista, y por querer ponerse humildemente en la fila de 22 papas que ya habían llevado el nombre de Juan.  Por eso, él escogió este nombre.  El aceptó ser cabeza visible de tu Iglesia, Señor, sucesor de Pedro y de 262 Papas, entre ellos santos, mártires y hombres pecadores.

El Cardenal Roncalli aceptó el cargo del Papado, sabiendo que tenía que pastorear tus ovejas y fortalecer la fe de tu rebaño. Había sido toda su vida un cura rural y más tarde a través del Concilio del Vaticano Segundo, se hizo uno de los Papas más importantes de la historia. Gracias a ti Señor, porque los últimos serán los primeros y el que quiere ser primero sera el servidor de todos.  Así el Papa Juan XXIII vivió los años de su ministerio papal, murió así y se perfeccionó.

 

Oración a San Juan XXIII

Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII, llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.

Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo, comprensión y tolerancia.

Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz y tu verdad.

Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque, como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.

Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia particular que necesito (haga aquí su petición).

Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.

Oración final

Dios todopoderoso y eterno, que llamaste a tu hijo Angelo a cumplir el ministerio petrino bajo el nombre de Juan XXIII, ten misericordia de nosotros y danos, por intercesión del "Papa Bueno", la caridad y la paz, para vivirlas en cada momento de nuestras vidas, hasta el momento que dispongas de nosotros en esta tierra.

Ayúdanos para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesús, y permite que esta petición, que humildemente te solicitamos, sea iluminada por el Espíritu Santo. Amen.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.