Domingo 19 de marzo de 2017

Necesitamos de Dios, estamos sedientos de Dios Sin Él vivimos el vacío más absoluto. Porque no somos solamente seres materiales, lo que nos distingue del resto de la creación es que tenemos un alma espiritual.

De cuántas cosas inútiles nos queremos llenar en la vida y tenemos sed de ellas, pero sólo están ahí para tapar nuestras necesidades reales y hacernos pensar que si las tenemos, ya está todo bien, pero es una mentira, seguimos vacíos. Estamos empachados pero desnutridos. Las cosas materiales no extinguen nuestra sed, sino que más bien nos dejan más sedientos y vacíos. Como si pensáramos que el agua de mar pudiera saciar nuestra sed. Puedes tomar toda la que quieras, pero no sólo no te sacia, sino que te deja más sediento aún. (Anímate a ver la homilía completa en el video a continuación)