Celebración de la Corona de Adviento meditando en la presencia de Jesús y sus enseñanzas para la vida familiar

Indicaciones previas a la celebración de la corona para cada domingo (válidas para todas las paraliturgias presentadas a continuación): 

Todos los miembros de la familia deben revisar los textos previamente y distribuir funciones según sea el caso, número y edad de los participantes. La idea es que todos participen y se involucren. Es necesario tener una corona de Adviento tradicional con cuatro velas. 

Las indicaciones o instrucciones están en letra cursiva y no se deben leer. Lo mismo sucede con las letras en negrita o bold.


Oración para el Primer Domingo de Adviento: el amor familiar

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Se apagan las luces principales del ambiente y se lee el siguiente texto). 

LECTOR: Lectura tomada del Evangelio de San Juan:

Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros (Juan 3, 7-11)

TODOS: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos esta familia, de manera que estemos bien dispuestos para tu llegada, Señor, el día de Navidad.

MONITOR: Al encender la primera vela recordamos qué significa la penitencia, y qué es la conversión de corazón. (Uno de los participantes enciende la primera vela de la corona de Adviento).

Ahora hagamos un momento de reflexión en silencio (el monitor lee la siguiente pregunta pausadamente): ¿Cómo hemos amado a cada uno de los que forma parte de esta familia, nuestra familia? El que desee compartir o responder a la pregunta, puede hacerlo libremente.

PARTICIPANTE 1: Ahora es momento de hacer algunos propósitos o compromisos. Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar en su relación con Dios y con los demás en esta semana.

PARTICIPANTE 2: Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el Adviento, en nuestro hogar podamos demostrarnos todo el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. Te pedimos que llenes nuestra casa de tu amor divino. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

MONITOR: Para terminar, nos tomamos de la mano y rezamos juntos un Padrenuestro.  

(Se encienden las luces y se canta una canción. Puede ser la que aparece a continuación u otra apropiada).

"VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES"

VEN, VEN SEÑOR NO TARDES;
VEN, VEN SEÑOR QUE TE ESPERAMOS:
VEN, VEN SEÑOR NO TARDES;
VEN PRONTO SEÑOR.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Oración para el Segundo Domingo de Adviento: el servicio mutuo en la familia

(Antes de empezar: Se enciende la vela del domingo anterior).

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Se apagan las luces principales del ambiente y se lee el siguiente texto). 

LECTOR: Lectura tomada del Evangelio de San Marcos:

No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos (Mc 10, 43.45).

TODOS: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos esta familia, de manera que estemos bien dispuestos para tu llegada, Señor, el día de Navidad.

MONITOR: Al encender la segunda vela recordamos qué significa el servicio, luz que despeja la oscuridad del egoísmo. (Uno de los participantes enciende la segunda vela de la corona de Adviento).

Ahora hagamos un momento de reflexión en silencio (el monitor lee la siguiente pregunta pausadamente): En nuestro hogar, ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? El que desee compartir o responder a la pregunta, puede hacerlo libremente.

PARTICIPANTE 1: Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cuál será su propósito o compromiso a cumplir en la semana, en torno al servicio.

PARTICIPANTE 2: Padre, que nos has dado una familia en la que todos queremos ayudarnos y ser felices, te pedimos que bendigas nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría lo que nos toca hacer a cada uno en nuestro hogar. Amén.

MONITOR: Para terminar, nos tomamos de la mano y rezamos juntos un Padrenuestro.  

(Se encienden las luces y se canta una canción. Puede ser la que aparece a continuación u otra apropiada).

"AMAR ES ENTREGARSE"

Amar es entregarse olvidándose de sí
buscando lo que al otro pueda hacer feliz.

Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
Dar alegría, felicidad
Darse uno mismo, eso es amar.

Si te amas como a ti mismo
y te entregas a los demás,
verás que no hay egoísmo
que no puedas superar.

Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
dar alegría y felicidad
darse uno mismo eso es amar.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Oración para el Tercer Domingo de Adviento: ser mejor en familia

(Antes de empezar: Se encienden las velas de los dos domingos anteriores).

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Se apagan las luces principales del ambiente y se lee el siguiente texto). 

LECTOR: Lectura tomada del Evangelio de San Mateo:

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. (Mt 5, 13-16).

TODOS: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos esta familia, de manera que estemos bien dispuestos para tu llegada, Señor, el día de Navidad.

MONITOR: Al encender la tercera vela recordamos qué significa la santidad, que es asemejarnos a Cristo, aspirando y poniendo medios concretos para corregir nuestros malos hábitos y crecer en las virtudes.

(Uno de los participantes enciende la tercera vela de la corona de Adviento. Normalmente se trata de una vela rosada, como expresión de alegría por la cercanía de la Navidad. Hoy es domingo de Gaudete, “estad alegres”).

Ahora hagamos un momento de reflexión. Después de la lectura del Evangelio que hemos escuchado, en silencio preguntémonos: ¿qué hago yo para que mi familia sea mejor? (Cada miembro de la familia puede responder en voz alta si así lo desea).

PARTICIPANTE 1: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito o compromiso a cumplir durante la semana.

PARTICIPANTE 2: Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean. Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor cada día. Amén.

MONITOR: Para terminar, nos tomamos de la mano y rezamos juntos un Padrenuestro.  

(Se encienden las luces y se canta una canción. Puede ser la que aparece a continuación u otra apropiada).

"JESÚS, ¿QUIÉN ERES TÚ?”

Jesús, ¿quién eres Tú?
tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón,
inquietas al fiel, prodigas perdón.
Tú, siendo creador,
me quieres a mí, que soy pecador.
Tú, dueño y Señor,
me pides a mí, salvar la creación.
Jesús, ¿quién eres Tú?
tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón
inquietas al fiel, prodigas perdón.
Tú, dueño y Señor,
me pides a mí salvar la creación
Jesús, ¿quién eres Tú?

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Oración para el Cuarto Domingo de Adviento: la presencia de Dios en nuestra familia

(Antes de empezar: Se encienden las tres velas de los domingos anteriores).

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Se apagan las luces principales del ambiente y se lee el siguiente texto). 

LECTOR: Lectura tomada del Evangelio de San Mateo:

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca (Mt 7, 24-25).

TODOS: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos esta familia, de manera que estemos bien dispuestos para tu llegada, Señor, el día de Navidad

MONITOR: Al encender la cuarta vela recordamos qué Dios nos ama y ha enviado a su único hijo como rescate por nosotros. Dios hecho hombre permanece entre nosotros, nos regala su presencia amorosa, que va transformando radicalmente nuestras vidas según el amor y la caridad. (Uno de los participantes enciende la última vela de la corona de Adviento).

Ahora hagamos un momento de reflexión. Después de la lectura del Evangelio que hemos escuchado, en silencio preguntémonos: ¿De qué manera se ha manifestado la presencia de Dios en nuestra familia durante el año? ¿Hemos dejado actuar a Dios o le hemos estorbado? (Cada uno podrá responder si desea).

PARTICIPANTE 1: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito o compromiso a cumplir durante la semana.

PARTICIPANTE 2: Padre, que nos has dado una familia en la cuál te hemos conocido y amado, ayúdanos a vivir teniéndote siempre presente en nuestras vidas. Te pedimos que en esta Navidad nos regales el quedarte con nosotros en nuestros corazones y sentir que vives en nuestro hogar, en nuestras familias. Amén.

MONITOR: Para terminar, nos tomamos de la mano y rezamos juntos un Padrenuestro.  

(Se encienden las luces y se canta una canción. Puede ser la que aparece a continuación u otra apropiada).

"EL CAMINO QUE LLEVA A BELÉN" (Canción del tamborilero).

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón.
Ropo pom pom, ropo pom pom.

HA NACIDO EN UN PORTAL DE BELÉN
EL NIÑO DIOS.

Yo quisiera traer a tus pies
algún presente que te alabe Señor
más Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor,
Ropo pom, pom, ropo pom, pom.

HA NACIDO EN UN PORTAL DE BELÉN
EL NIÑO DIOS.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén