El régimen comunista de Vietnam permitió recientemente la realización de la marcha del orgullo gay, pero a la vez mantiene un férreo control contra los opositores políticos y los fieles católicos que son arrestados injustamente.

“Los misioneros extranjeros tienen prohibida cualquier actividad evangelizadora en el país. El P. Peter Nguyen Khan, ordenado clandestinamente y actualmente en Roma para huir del acoso gubernamental, señaló recientemente que los ‘católicos se consideran ciudadanos de segunda clase en todas las zonas de Vietnam, y son objeto de discriminación en el tratamiento legal’”, informó Infocatolica.com.

En cambio, indicó el portal, el Gobierno permitió que el 5 de agosto se realizara la marcha en que participaron unos cien miembros del colectivo gay donde corearon lemas a favor de las uniones homosexuales.

Este permiso formaría parte de una política, luego que en julio el ministro de Justicia Ha Hung Cuong afirmara que ya es hora que Vietnam favorezca las uniones de personas del mismo sexo.

“Creo que, en lo referente a los derechos humanos, es hora de que consideremos esta realidad. El número de homosexuales ha subido hasta los cientos de miles. No es una cifra pequeña. Viven juntos sin registrar un matrimonio. Pueden tener propiedades. Por supuesto, tenemos que tratar estos asuntos desde el punto de vista jurídico”, expresó.

Infocatolica.com recordó que el catolicismo está presente en Vietnam desde el siglo XV y que la escritura del idioma local fue desarrollada por misioneros portugueses y franceses en los siglos XVI y XVII, como una herramienta de evangelización. Además, la Iglesia cuenta con 26 diócesis y más de dos mil parroquias.

A pesar de esto, señaló, el Gobierno comunista sigue poniendo trabas a los más de seis millones de vietnamitas católicos.