El domingo 24 de noviembre, en medio de su anual reunión de "auto-convocadas" un grupo de promotoras del aborto agredió con insultos, pintas, manoseos y escupitajos a los jóvenes que defendían pacíficamente el exterior de la Catedral de San Juan (Argentina).
El incidente se produjo a pesar de que se dispuso de 600 policías para velar por la seguridad, ante el riesgo de que las "auto-convocadas", reunidas en la ciudad del 23 al 25 de noviembre, repitan los ataques a templos católicos realizados en años anteriores. Las iglesias del centro de la ciudad habían sido cercadas con rejas metálicas por las autoridades.
Según reportó Diario La Provincia, de la ciudad de San Juan, una parte de las manifestantes "quemaban una figura del Papa Francisco", al tiempo que "otras giraban alrededor de la hoguera gritando".