El Papa Francisco bromeó con un solideo –el sombrero blanco distintivo de los Pontífices– que le presentó una pequeña niña ayer en el Santuario de Fátima en Portugal donde canonizó a los pastorcitos Jacinta y Francisco, videntes de las apariciones de 1917.
El Papa hizo la broma al llegar a la sacristía del Santuario de Fátima donde recibió con un cálido beso a la pequeña.