13 de marzo de 2007 / 10:56 AM
El Papa Benedicto XVI recordó que la defensa de la vida y la protección de la familia son valores no negociables para los políticos y legisladores católicos, y precisó que esta responsabilidad “tiene una relación objetiva con la Eucaristía”, en su nueva Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis.
Según el Pontífice todos están llamados a la “coherencia eucarística” y recordó que “el culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe”.
Aunque señaló que “esto vale para todos los bautizados”, precisó que “tiene una importancia particular para quienes, por la posición social o política que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas”.