La Congregación para la Doctrina de la Fe destacó que no es lícito suspender la alimentación y la hidratación de pacientes terminales y aseguró que es un derecho recibirlas para aquellos en "estado vegetativo".
Así lo indicó en la Carta "Samaritanus Bonus" publicada este 22 de septiembre.
Este nuevo texto aprobado por el Papa Francisco explica que "la alimentación e hidratación no constituyen un tratamiento médico en sentido propio, porque no combaten las causas de un proceso patológico activo en el cuerpo del paciente, sino que representan el cuidado debido a la persona del paciente, una atención clínica y humana primaria e ineludible".