El Prelado de origen filipino recordó lo dicho por el Papa Francisco sobre el tema el 20 de junio de 2014 cuando afirmó que "pensar en poder reducir el daño, consintiendo el uso de psicofármacos a las personas que siguen consumiendo droga, no resuelve en absoluto el problema; en vez de eso es necesario confrontar los problemas detrás del uso de las drogas, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la sociedad, acompañando a los que están en dificultad y dándoles esperanza para el futuro".
En esa oportunidad, Francisco también dijo que "la legalización de las así llamadas «drogas ligeras», incluso parciales, además de ser cuanto menos discutible a nivel legislativo, no producen los efectos que se habían fijado".
Además, el Papa insistió además en que "la droga no se vence con la droga. La droga es un mal, y con el mal no se puede ceder o pactar". Para decir "no a todo tipo de droga" es necesario "decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de trabajo. Si se realizan estos «sí», no hay sitio para la droga, no hay sitio para el abuso de alcohol y para las demás dependencias".