20 de enero de 2008 / 9:30 a. m.
Ante más de 100 mil personas que colmaron este domingo
La multitud había sido convocada por el Vicario del Papa para la Ciudad de Roma, Cardenal Camillo Ruini, luego que la intolerancia de un grupo minoritario de alumnos y profesores obligara a la suspensión de la visita del Pontífice a la Universidad de La Sapienza.
Hablando después de la oración del Ángelus, el Pontífice saludó “ante todo a los jóvenes universitarios, a los profesores y a todos ustedes que han venido hoy en tan grande número a la Plaza de San Pedro para la oración del Ángelus y para expresarme su solidaridad”.
El Santo Padre explicó luego a la multitud, que remataba cada una de sus frases con una salva de aplausos, que “había acogido con mucho entusiasmo la cortés invitación que se me dirigió para intervenir el jueves pasado a la inauguración del año académico de
“Como es sabido –prosiguió el Papa–, el clima que se había creado hizo inoportuna mi presencia en
Benedicto XVI destacó que “al ambiente universitario, que por largos años ha sido mi mundo, me ligan el amor por la búsqueda de la verdad, por la discusión, por el diálogo franco y respetuoso de las diversas posiciones”.
“Todo ello –continuó– también es la misión de la Iglesia, comprometida a seguir fielmente a Jesús, Maestro de vida, de verdad y de amor”.
“Como profesor, por así decirlo, ‘emérito’ que se ha reunido con tantos estudiantes en su vida, animo a todos, queridos universitarios, a ser siempre respetuosos de las opiniones de otros y buscar, con espíritu libre y responsable, la verdad y el bien”, concluyó.
Entre las decenas de miles de personas presentes en
Incluso muchos políticos de diversas tendencias y creencias se hicieron presentes en la Plaza. “estoy aquí como italiano, como hombre libre, aún sin ser creyente”, señaló uno de los intelectuales italianos reunidos en la Plaza.