El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado que la Unión Europea y los líderes religiosos de las Iglesias cristiana y ortodoxa, judíos y musulmanes mantienen "una ambición compartida para promover los valores de la democracia y la libertad en los países vecinos más cercanos de Europa" que viven cambios "históricos" como Egipto y Túnez.
Barroso, junto con el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, se han reunido este lunes con más de una veintena de destacados representantes de las diferentes iglesias y credos para analizar en Bruselas el impacto de las revueltas en el mundo árabe.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha recordado que la UE ha intentado dar "una respuesta importante" a los desafíos en la región con "una ayuda financiera concreta", ha subrayado la necesidad de que Europa "se ponga al lado de quienes buscan la libertad política" y ha recalcado la importancia de promover la democracia y la libertad en los países de la primavera árabe, incluido la libertad religiosa en los países de la primavera árabe, algo que representará "un test" para todos los nuevos Gobiernos de la región.