Mitt Romney, candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, reiteró su compromiso pro-vida luego de que en una entrevista diera declaraciones que provocaron preocupación sobre su dedicación a la protección del no nacido.

De acuerdo a un medio de prensa estadounidense, Romney dijo a los periodistas que “creo que he dicho una y otra vez que soy un candidato pro-vida y seré un presidente pro-vida”.

El ex gobernador de Massachusetts dijo que, de llegar al gobierno, inmediatamente “retiraría el financiamiento a Planned Parenthood”, la transnacional abortista más grandes del mundo.

El financiamiento federal a la organización que promueve el aborto “no será parte de mi presupuesto”, aseguró.

Romney también recordó su promesa de restituir el impedimento de usar la ayuda internacional para financiar aborto en otros países, como sucede actualmente en Ciudad de México.

Estas declaraciones se produjeron un día después de que un controvertido informe periodístico, en el que supuestamente el candidato republicano había contradicho su posición previa sobre el aborto.

En una entrevista realizada el 9 de octubre con Des Moines Register, Romney dijo que “no hay ninguna ley sobre el aborto que con la que esté familiarizado que se convierta en parte de mi agenda”.

Romney explicó que él usará una orden ejecutiva más que legislación para reavivar la política de Ciudad de México, que el presidente Barack Obama descartó. Los recientes gobernantes estadounidenses han usado órdenes ejecutivas ya sea para retirar o reinstaurar esta política, de acuerdo a sus ideas sobre el aborto.

Las declaraciones causaron agitación entre quienes temieron que el candidato republicano de un paso atrás en su compromiso con la causa pro-vida.

Algunos de los críticos de Romney han sido escépticos de su conversión a pro-vida en 2004, luego de que confrontara el tema de la investigación de células madre, y vio que estaba mal crear vida humana simplemente para luego destruirla.

Sin embargo, los defensores del republicano aseguran que él ha mantenido un expediente pro-vida sólido desde su conversión, incluso en situaciones políticamente difíciles. Como gobernador, apoyó la educación en la abstinencia en escuelas, y vetó la legislación que permitía que se venda la píldora abortiva del día siguiente sin receta médica.

La portavoz Andrea Saul reiteró que Romney es “orgullosamente pro-vida” y que “por supuesto que apoyaría la legislación dirigida a una mayor protección de la vida”.

Romney ha expresado previamente su apoyo a la enmienda Hyde, que es actualmente parte de la legislación, y que en gran medida prohíbe el uso de dinero de impuestos para el financiamiento de abortos, así como el Acta de Protección del Niño No Nacido Capaz de Sentir Dolor, que previene el aborto desde el punto en que un niño no nacido puede sentir dolor.

Romney también ha prometido repetidamente nombrar jueces que se adhieran a la Constitución, en vez de jueces activistas que busquen definirla de acuerdo a sus propias ideas.