12 de diciembre de 2010 / 11:02 AM
Al presidir el rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI señaló que en la sociedad actual donde todo cambia y muta, solo la Palabra de Dios se mantiene inmutable, fortalece los corazones humanos y debe ser anunciada por todo cristiano.
Benedicto XVI recuerda que la liturgia de este tercer domingo de Adviento propone una lectura de la Carta de Santiago en la que éste invita a “ser constantes, hermanos míos, hasta la venida del Señor”.
Este llamado de Santiago subraya el “valor de la constancia y la paciencia, virtudes que pertenecían al bagaje normal de nuestros padres, pero que hoy son menos populares, en un mundo que exalta, por encima de todo, el cambio y la capacidad de adaptarse siempre a situaciones nuevas y diversas”.