13 de mayo de 2017 / 06:52 AM
Luego culminar la Misa de canonización de los pastorcitos Francisco y Jacinta Marto, el Papa Francisco se acercó a la zona reservada para los enfermos, a quienes bendijo con el Santísimo Sacramento y dirigió las siguientes palabras:
Queridos hermanos y hermanas enfermos.
Como dije en la homilía, el Señor nos precede siempre: cuando atravesamos por alguna cruz, él ya ha pasado antes. En su Pasión, cargó con nuestros sufrimientos. Jesús sabe lo que significa el sufrimiento, nos comprende, nos consuela y nos da fuerza, como hizo con san Francisco Marto y santa Jacinta, y con los santos de todas las épocas y lugares. Pienso en el apóstol Pedro, en cómo la Iglesia entera rezaba por él mientras estaba encadenado en la prisión de Jerusalén. Y el Señor lo consoló. Este es el misterio de la Iglesia: la Iglesia pide al Señor que consuele a los afligidos y él os consuela, incluso de manera oculta; os consuela en la intimidad del corazón y os consuela dándoos fortaleza.