Sé que tienen un pañuelo con frases de las Obras de misericordia corporales: métanse en la cabeza estas obras, porque son el estilo de vida cristiana. Como saben las Obras de misericordia son gestos simples, que pertenecen a la vida de todos los días, permitiendo reconocer el Rostro de Jesús en el rostro de tantas personas. ¡También los jóvenes! También los jóvenes como ustedes, que tienen hambre, sed: que son prófugos o forasteros o enfermos y piden nuestra ayuda, nuestra amistad.
Ser misericordiosos quiere decir también ser capaces de perdonar. Y esto no es fácil, ¿eh? Puede pasar que, a veces, en familia, en la escuela, en parroquia, en el gimnasio o en lugares de divertimiento, alguno nos haga un feo y nos sintamos ofendidos; o en algún momento de nerviosismo podemos ser nosotros quien ofendamos a otros. ¡No nos quedemos con el rencor o con el deseo de venganza! No sirve para nada: es como una carcoma que nos come el alma y no nos permite ser felices. ¡Perdonemos! Perdonemos y olvidemos el daño recibido, así podremos comprender la enseñanza de Jesús y ser sus discípulos y testigos de misericordia.
Chicos, cuantas veces me ha pasado de tener que llamar por teléfono a los amigos y que no pueda ponerme en contacto con ellos porque no hay cobertura. Estoy seguro de que les ha pasado también a ustedes: que el teléfono móvil en algunos lugares no funciona... Bien, recuerde que si en su vida no está Jesús ¡es como si no hubiera cobertura! No se consigue hablar y nos cerramos en nosotros mismos. ¡Pongámonos siempre donde funciona! La familia, la parroquia, la escuela, porque de esta manera tendremos siempre alguna cosa que decir de bueno y de verdad.