La Comisión Teológica Internacional, con motivo del Año de la Fe, ha escrito un mensaje en el que señala que el teólogo está al servicio de la fe del Pueblo de Dios y de la alegría cristiana, que es la alegría de la verdad.
En el texto dado a conocer hoy se recuerda que "el trabajo del teólogo no solamente está enraizado en la fe viva del pueblo cristiano, atento a lo que ‘el Espíritu dice a las iglesias’, sino que está finalizado, por entero, al crecimiento de la fe en el pueblo de Dios y a la misión evangelizadora de la Iglesia (...) El teólogo, por tanto, en colaboración responsable con el Magisterio, abraza el servicio de la fe del Pueblo de Dios como su propia vocación’".
Al mismo tiempo, prosigue el mensaje, "el teólogo es servidor de la alegría cristiana, que es ‘la alegría de la verdad’ (...) En este sentido, se puede decir con verdad que la fe –y la misma teología como ‘scientia fidei’ y sabiduría– da, a todos los enamorados de la belleza espiritual, el gusto anticipado de la vida eterna".