El Superior General de los Jesuitas, el P. Arturo Sosa, condenó la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) en Nicaragua, denunciando la medida como "injusta" y perjudicial para el país.

La expropiación de los bienes de la UCA, considerada una de las principales instituciones educativas privadas del país, generó una fuerte respuesta de desaprobación tanto a nivel nacional como internacional contra la medida impuesta por el régimen de Daniel Ortega.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El P. Sosa, S.J., expresó su consternación ante la situación en una carta dirigida a la Curia Provincial de Centroamérica en San Salvador, encabezada por el P. José Domingo Cuesta, S.J. En su comunicado, emitido el 17 de agosto desde Roma, manifiesta su "gran sorpresa y mayor dolor por las consecuencias para la juventud y para todo el pueblo de Nicaragua".

El Superior General de los Jesuitas denuncia la confiscación y expresa su solidaridad con la UCA, sus directivos, personal docente y administrativo.

"Las acusaciones que se le hacen a la UCA son totalmente falsas y carecen de fundamento alguno", escribe el P. Sosa, S.J. 

"Además, se le ha negado el derecho a la legítima defensa. Un juicio justo, con una justicia imparcial, sacaría a la luz la verdad de toda la trama que el gobierno ha ejecutado contra la UCA desde las protestas juveniles de 2018, así como contra otras muchas obras de la Iglesia Católica y miles de instituciones de la Sociedad Civil, con el fin de asfixiarlas, cerrarlas o apropiárselas", añade.

El P. Sosa destaca que la universidad ha sido un faro de compromiso social, promoviendo el derecho al pensamiento libre y la educación de calidad para todos.

En este sentido, resalta que la medida contra la UCA es una manifestación del clima de violencia e inseguridad que se ha instaurado en el país. "Con calumnias semejantes, han ultrajado también los derechos de tantas personas, su reputación, su vida y sus bienes".

Las palabras del Superior de la Compañía de Jesús no sólo han señalado la injusticia sufrida por la UCA, sino que también han llamado a la reconciliación y al diálogo.

"Me uno al reclamo para que se revierta y corrija esta medida judicial contra la UCA, para que cese la agresión gubernamental contra ella y contra sus integrantes, para que se abran caminos de diálogo basados en la verdad, la libertad y el derecho a la calidad de la educación de la juventud y de todo el pueblo de Nicaragua".

En su carta, el P. Sosa cita las palabras de la Congregación General 36 de la Compañia, que destacan la importancia de permanecer firmes en la búsqueda de un mundo mejor y que están dedicadas a "quienes trabajan en situaciones de frontera y persecución por defender la verdad".

"Aun en momentos en que enfrentamos grandes desafíos y aparentes derrotas, seguimos soñando con ayudar a recrear un mundo diferente, porque hemos conocido a 'Aquel que tiene el poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar'", añade.

La condena del Superior General de los Jesuitas ha puesto de manifiesto la grave preocupación por el estado de los derechos humanos y la libertad de expresión en Nicaragua.

La UCA, fundada en 1960 por los jesuitas, cuyo cierre ha dejado a más de 9.500 estudiantes sin acceso a la educación, ha enfrentado hostigamientos y represión desde las protestas antigubernamentales de 2018. La orden de confiscación ha sido vista como parte de un patrón más amplio de opresión gubernamental que también ha afectado a otras instituciones católicas y voces críticas.