El encargado del Servicio de Internet del Vaticano, Mons. Lucio Ruiz, asegura que la "superabundancia de gestos de amor, de ternura, de misericordia" del Papa Francisco ha enriquecido la presencia de la Iglesia en los medios digitales y permite a muchos acercarse al catolicismo.

En una entrevista concedida al diario La Nación, el sacerdote argentino explicó que "el Papa Francisco irrumpió en la historia con su sonrisa, con su sencillez y mensaje evangélico fuertísimo y las redes sociales, las webs y todos los servicios multimediales se enriquecieron inmediatamente de una presencia realmente impactante".

"No sólo Internet sino que el eco se dio en la sociedad en general. Mucha gente se acerca la Iglesia después de tantos años", indicó.

El sacerdote, que está a cargo del Servicio de Internet del Vaticano desde el año 2009, recordó que la Iglesia está presente en Internet desde 1995 cuando abrió su sitio web oficial www.vatican.va y ahora mantiene una activa presencia en las redes sociales con las cuentas oficiales del Papa en Twitter y algunas iniciativas en Facebook.

Mons. Ruiz afirma que como "Iglesia tenemos que entender un fenómeno, que es la realidad de hoy. Si lo entendemos, bien, y si no, sigue igual. La gente no dejará de usar la tecnología porque estemos o no. La riqueza que nos da el Papa Francisco es que se mueve, habla y los gestos que hace van muy en consonancia con esta era digital".

Los gestos del Papa permiten "que en esos pequeños espacios que da la digitalidad, como el tuit, el pequeño video de YouTube o cosas por el estilo, logremos dar un pequeño mensaje en un pequeño espacio que llega mucho y es muy apreciado. Es adecuado para el hombre contemporáneo; lo capta, lo vive, le toca el corazón. Es impactante como mensaje".

 "Los álbumes de fotos en Internet son muy fáciles de hacer porque tenemos una superabundancia de gestos de amor, de ternura, de misericordia. A partir de la foto la gente lee un texto breve y va al texto completo. Me acuerdo del gesto de lavar los pies en la misa del Jueves Santo. Fue muy fuerte porque iba de rodillas lavando a cada uno y eso llamó mucho la atención. También cuando se baja del auto y saluda a la gente; su forma de saludar, de sonreír, son mensajes a la manera de la fotografía. La gente no es que se detiene en la fotografía y sigue al texto".

Para el sacerdote, las altas cifras de la presencia de la Iglesia en Internet son solo indicadores a los que recurre cuando tiene que presentar un informe.

"Hemos tenido que reforzar todos nuestros sistemas porque frente a un flujo informativo desde la renuncia de Benedicto XVI, el cónclave y el inicio del pontificado las visitas son muchas más", señaló.

"Se ofrece el mejor servicio posible con todo el amor de poder compartir y brindar un mensaje y tratar de llegar a un encuentro. Ponemos lo mejor de nosotros para que esté todo en la mesa. Como dice el Evangelio: el banquete está servido, que venga y se sirva el que desee", indicó.

En la entrevista, el sacerdote también recordó que "el magisterio de Benedicto sobre los medios de comunicación es maravilloso y de una gran riqueza más allá de su relación personal con los nuevos medios".

"En definitiva eso no es importante. Lo que marca la vida de la Iglesia es lo que enseña el sumo pontífice y no si el papa aprieta un botón o no lo aprieta. El magisterio de Benedicto tiene una riqueza y un coraje, una fuerza invitando a la Iglesia a evangelizar con palabras muy fuertes como el continente digital, el nuevo mundo, los nativos digitales, con una comparación como si fuera el descubrimiento de América. Con frases muy bonitas, como cuando compara la evangelización de los inicios. Los discípulos tenían que entender la cultura para hacer el anuncio, como nosotros también ahora tenemos que comprender el nuevo lenguaje y la cultura para llegar al corazón de la gente", concluyó.