Abby Johnson, ex directora de una clínica de Planned Parenthood y hoy líder provida, publicó recientemente informes de inspección a centros de aborto en el estado de Texas, Estados Unidos, revelando la suciedad y falta de preparación del personal que atiende cotidianamente a las mujeres.
Las publicaciones de Johnson forman parte de la campaña "No se ha acabado" (#NotOver), y se producen luego que la Corte Suprema de Estados Unidos fallara contra una ley de Texas que establecía importantes restricciones a las clínicas que practican abortos en ese estado.
La legislación de Texas desestimada por la Corte demandaba que las clínicas de aborto en el estado tengan saneamiento adecuado, así como personal y expertos médicos disponibles para casos de emergencias médicas.