25 de septiembre de 2009 / 09:36 AM
Al recibir esta mañana a los prelados de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil del sector nordeste 1-4, el Papa Benedicto XVI exhortó a trabajar por la solidez de las familias cristianas, basadas en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y que se constituyan en respuesta viviente ante las seducciones del relativismo.
En su discurso, el Santo Padre señaló que los informes de los prelados tocaban con insistencia la cuestión del "asedio que sufre la familia" y subrayó que "a pesar de todas las influencias negativas" el pueblo de la región nordeste de Brasil "continua abierto al Evangelio de la vida".
La Iglesia "no se cansa de enseñar que la familia tiene su fundamento en el matrimonio y en el plan de Dios", pero "en el mundo secularizado impera la incertidumbre más profunda al respecto, especialmente desde que la sociedades occidentales legalizaron el divorcio. El único fundamento reconocido parece ser la subjetividad individual que se manifiesta en la voluntad de convivir", continuó.