"En Erbil (Irak), la situación de los refugiados es dura", alertó Karin Maria Fenbert, de la asociación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), al recordar que los cristianos y otras minorías que lograron salvarse del Estado Islámico están viviendo en tiendas de campaña que no reúnen las condiciones necesarias para soportar el crudo invierno que ya se avecina.
Fenbert estuvo recientemente en la capital del Kurdistán iraquí, donde desde mediados de año se encuentran más de 100.000 personas provenientes de Mosul, Qaraqosh y otras ciudades de la planicie del Nínive que ahora están bajo control del Estado Islámico (ISIS).
El invierno "no está lejos y muchos refugiados todavía viven en tiendas que no tienen servicios higiénicos" ni privacidad, expresó la representante de AIN. Además, indicó que el año escolar ha comenzado y las personas que están viviendo en las escuelas tienen que dejarlas lo más pronto para evitar tensiones con los pobladores locales.