10 de octubre de 2011 / 11:27 AM
Al celebrar las Vísperas en la cartuja de los santos Esteban y Bruno ayer por la tarde en la región de Calabria (Italia), el Papa Benedicto XVI señaló que cuando el hombre se retira al silencio y la soledad, es capaz de encontrarse con lo más esencial de la vida, con Dios.
En su homilía de las Vísperas que presidió, el Santo Padre resaltó el núcleo de la vida de la cartuja: "el fuerte deseo de entrar en unión de vida con Dios abandonando todo lo demás, todo lo que impide esta comunión, dejándose aferrar por el inmenso amor de Dios para vivir sólo de este amor", mediante la soledad y el silencio.
El Papa dijo luego el progreso técnico ha hecho la vida del hombre más cómoda, pero también "más agitada, a veces convulsa". El desarrollo de los medios de comunicación hace que hoy se corra el riesgo de que lo virtual domine sobre lo real.