Ante las ofensas a los sentimientos religiosos que se han sucedido en España en los últimos meses, el Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla, ha emitido un comunicado en el que precisa que "si la blasfemia es libertad de expresión; entonces, la corrupción es economía de mercado".
De esta manera Mons. Munilla se une a la nota publicada por la Conferencia Episcopal Española junto con las demás confesiones religiosas del país en donde aseguraban que las "las ofensas contra los sentimientos religiosos aún gozan en nuestro país de una tolerancia social incomprensible. En España se profanan templos y símbolos; se hace burla y escarnio público de los referentes más sagrados de la fe religiosa de millones de personas, con total impunidad y tolerancia".
El Obispo califica el comunicado de la CEE como "un signo de la buena salud del diálogo interreligioso" y sobre todo, "una prueba de cómo los principios religiosos rectamente entendidos contribuyen a poner las bases del diálogo social en un respeto mutuo".