El Papa Francisco alentó a los fieles cristianos a ser instrumentos de misericordia, ternura y amor que Dios tiene para cada hombre y mujer, para evangelizar el mundo que necesita encontrarse con Cristo.
Así lo indicó el Santo Padre en su discurso esta mañana a los directores de las Obras Misioneras Pontificias, a quienes dijo que "esto es lo que siempre nos debe alentar: saber que la fuerza de la evangelización proviene de Dios, que le pertenece a Él. Nosotros estamos llamados a abrirnos cada vez más a la acción del Espíritu Santo, a ofrecer nuestra completa disponibilidad para ser instrumentos de la misericordia de Dios, de su ternura, de su amor hacia cada hombre y cada mujer, sobre todo a los pobres, a los excluidos, a los alejados".
"Y ésta para cada cristiano y para toda la Iglesia no es una misión facultativa, sino esencial. Como decía san Pablo 'Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! ¡La salvación de Dios es para todos!".