Al término de la Audiencia General, el Papa Francisco expresó nuevamente su preocupación por los cristianos de Siria e Irak, perseguidos por los extremistas del Estado Islámico, y los alentó a encomendar todo a la justicia de Dios, y a mantenerse fuertes y aferrados a la Iglesia y a su esperanza.
"La violencia, el sufrimiento y la gravedad del pecado nos deben inducir a encomendar todo a la justicia de Dios, que guiará a todos según las propias obras. Sean fuertes y aférrense a la Iglesia y a su esperanza, ¡y cuiden con su perdón, con el amor y con la paciencia de su testimonio! Que el Señor los proteja y los apoye", señaló el Santo Padre a los peregrinos de Medio Oriente.
En sus saludos, el Papa también pidió a los fieles rezar por su viaje a Turquía del 28 al 30 de noviembre, donde mantendrá un encuentro con las autoridades locales, con la pequeña comunidad católica local y con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, para seguir impulsando el diálogo ecuménico y la unidad de los critianos.