El Arzobispo Celestino Migliore, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, señaló que se requiere más ayuda de los países desarrollados para alcanzar los objetivos de desarrollo mundiales entre las naciones más pobres.
Al intervenir durante la Asamblea sobre el tema del “Seguimiento de los resultados de la Cumbre sobre el Milenio” que se celebró en septiembre de 2000, cuya declaración fue firmada por 171 gobiernos del Hemisferio Norte y Sur, Mons. Migliore señaló que “es alentador oír a las delegaciones que hablan de su compromiso a favor de un desarrollo que tiene un rostro humano”.
El Arzobispo recordó que ha habido progresos para conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio y que algunos países “han sido capaces de poner en marcha un proceso significativo de desarrollo económico, permitiéndose pagar por sí mismos el costo económico de los Objetivos de Desarrollo”.