El Presidente de Francia, Nicholas Sarkozy, dirigió una carta a los maestros del país en la que les pide formar parte de un “renacimiento” educativo que no deje a la religión en la puerta de las escuelas.
Sarkozy, que se declara católico, ha pedido a los maestros reflexionar sobre su grave responsabilidad en “guiar y proteger espíritus y sensibilidades que aún no se han formado completamente, que no han alcanzado su madurez, que están buscando, que son aún frágiles y vulnerables”.
Sarkozy explicó que tal renacimiento solo sería posible con una reforma del sistema educativo francés que incluya “recompensar lo bueno, sancionar las faltas, cultivar la admiración por lo que es bueno, justo, bello, grande, verdadero y profundo y el rechazo de lo que es malo, injusto, feo, insignificante, falso, superficial y mediocre”.