Santos y mártires son "verdaderos reformadores de la humanidad", afirma Cardenal Cañizares

Al presidir ayer en la Catedral Primada la Misa de acción de gracias por la beatificación de 55 mártires de la persecución religiosa en la Arquidiócesis de Toledo durante el siglo XX -del total de 498 que fueron elevados a los altares el pasado domingo 28 en el Vaticano-, el Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, afirmó que los santos y los mártires son "los verdaderos reformadores de la humanidad".

Estos "testigos singularísimos de Dios, como el resto de los santos, los mártires son los verdaderos reformadores de la humanidad. Para expresarlo con mayor radicalidad, sólo de los mártires, solo de los santos, solo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo", subrayó el también Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

El Purpurado señaló que "la respuesta a la sociedad difícil que vivimos es la que nos señalan los mártires: la fe, que el mundo crea y no se separe de Dios, como Dios no se separa del hombre, irrevocablemente unido a Él por la creación y sobre todo por la Encarnación del Verbo Eterno, Hijo único de Dios".

"En el martirio de los nuevos beatos -prosiguió- brilla la omnipotencia infinita de Dios Amor, que ha sacado fuerza de lo débil para confundir a los fuertes, haciendo de la fragilidad su propio testimonio, el testimonio de su inabarcable grandeza y de las maravillas del poder de su amor misericordioso".

En su homilía aseguró que "nuestros mártires nos ofrecen el testimonio de la verdad, de la verdadera sabiduría con que ha de conducirse el hombre para alcanzar la felicidad y la plenitud, la libertad y el amor".

Según el Cardenal, cuando se niega u ofusca la verdad, "cuando todo se considera relativo y se impone el relativismo como el gran dogma de la modernidad y de la sociedad avanzada", entonces "se oscurece el futuro para el hombre, se siembran gérmenes que empañan la convivencia, se impide la democracia asentada en principios morales indisponibles y en derechos fundamentales, se impone un totalitarismo o dictadura que impide el ser verdaderamente libres".