El Papa Benedicto XVI dijo que el papel de las comunidades latinas y orientales de Tierra Santa "es vital para toda la Iglesia. Comparto sus pruebas y sus esperanzas y espero fervientemente visitarlas personalmente, al igual que rezo para que algunos signos de paz, que recibo con inmensa confianza, se concreten con prontitud".
Así lo expresó al recordar el reciente viaje del Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y de algunos colaboradores de la Curia a las comunidades latinas y orientales de Tierra Santa, en el encuentro que sostuvo esta mañana con los participantes de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO) a quienes recordó que "la vida ordinaria y la misión peculiar" de esas Iglesias, "sobre todo en ámbito ecuménico e interreligioso, debe ser sostenido por toda la Iglesia Católica".
Benedicto XVI destacó el interés de la ROACO por las comunidades religiosas en Armenia y Georgia, "que estuvieron entre las primeras en recibir la luz de Cristo" y afirmó que "viviendo humilde y fraternalmente con otras Iglesias cristianas y sirviendo generosamente a los pobres, esas comunidades católicas, aunque sean pequeñas, pueden expresar de forma muy práctica la comunión de amor que es propia de la Iglesia Católica Universal".