El Nuncio Apostólico ante las Naciones Unidas, Mons. Celestino Migliore, afirmó que se debe luchar contra el tráfico de armas ligeras y defender a los niños afectados por este flagelo.
Durante la sesión para implementar el programa que busca prevenir, combatir y erradicar el tráfico de armas ligeras, el Arzobispo dijo que “el tráfico de armas ligeras y pequeñas es una amenaza a la paz, desarrollo y seguridad. Es una amenaza que no proviene solamente del conflicto sin también de la intranquilidad civil, el crimen organizado, el tráfico de personas, el terrorismo e incluso la pobreza; y se mueve dentro de un mundo globalizado”. “La Santa Sede apoya a todos aquellos que hacen un llamado al orden, no sólo con el tráfico de armas ilícitas sino también con el tráfico de drogas y de piedras preciosas, sin olvidar las dimensiones éticas, humanitarias y sociales de estas actividades”, prosiguió.
Luego de recordar que los primeros beneficiados de estas acciones están los países en vía de desarrollo, Mon. Milgiore expresó el respaldo de la Santa Sede a la declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo del 7 de junio de 2006, en la que 42 estados se comprometieron a promover el control de armas ligeras en los marcos de desarrollo.