Un sacerdote llegó al lugar del accidente del Metro de Ciudad de México la noche del 3 de mayo e impartió la absolución general a las víctimas.
El P. Juan Ortiz, párroco de la Inmaculada Concepción en el pueblo de Zapotitlán, cerca a Tláhuac, relató que logró llegar al lugar del accidente del convoy de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México: "Me acerqué lo más que pude, a una distancia prudente, oré por los difuntos, por los heridos, y di la absolución general".
La Iglesia Católica permite que los sacerdotes otorguen la absolución general a los fieles a quienes "amenace un peligro de muerte, y el sacerdote o los sacerdotes no tengan tiempo para oír la confesión de cada penitente".