Sacerdote atacado en Turquía: No se debe exagerar el hecho y ver cosas que no son

El P. Adriano Franchini, apuñalado ayer en Turquía por un musulmán y que se encuentra fuera de peligro en un hospital, declaró que "no hay caso en exagerar este hecho y ver cosas que no son".

En declaraciones a la agencia italiana SIR, el sacerdote indicó que "estoy muy bien. No hay ningún problema. Todavía estoy en el hospital pero espero salir mañana. No hay caso en exagerar el hecho y ver cosas que no son".

Así lo indicó el presbítero, superior de la Custodia de Turquía, quien fuera acuchillado por el joven de 19 años Ramazam Bay, a la salida de la Misa en la Iglesia de San Antonio en la localidad de Karsikaia, región de Esmirna.

Sobre este tema, Mons. Luigi Padovese, Vicario Apostólico de Anatolia (Turquía), señaló a Radio Vaticano que "el clima últimamente, con el gobierno actual, está mejorando un poco. Aún hay todavía algunas resistencias de tipo nacionalistas. No hablaría de fundamentalismo islámico, sino de grupos que ven al cristianismo como un cuerpo extranjero y tienen una tendencia xenofóbica".

Al contestar la pregunta sobre si "¿el origen de este acto delictivo sería la reacción de este joven (Ramazam Bay) por la larga espera – según él– para ser bautizado y convertirse?", el Obispo precisó que "la espera prolongada es natural y es una decisión de la Conferencia Episcopal Turca para valorar si verdaderamente se está eligiendo la fe o si existen otros motivos para volverse cristianos, básicamente conseguir apoyo económico o tener la oportunidad de salir del país, esperando que la Iglesia pueda ayudar en esto".

"Entonces es necesario un catecumenado de al menos tres años, durante los cuales se muestra la sinceridad de intención y la perseverancia: criterios estos que están dados y que se aplican para todos", añadió el Prelado.

Tras precisar que "el hecho que se pase de una religión a otra y propiamente del Islam al catolicismo, es visto como una apostasía" en Turquía, Mons. Padovese comentó que las medidas de seguridad para proteger a los líderes religiosos cristianos "son un arma de doble filo porque por un lado tutelan y por otro crean un control sobre las personas. Entonces, puede ser indispensable pero resulta también limitante".