El crucifijo de San Eutizio, que quedó fracturado en varios pedazos en uno de los terremotos que golpeó Italia en 2016, fue restaurado por los Museos Vaticanos y actualmente es expuesto al público para la veneración de los fieles.
En 2016 un fuerte terremoto remeció el centro de Italia, ocasionando muerte y destrucción. Una de las edificaciones más afectadas fue el monasterio de San Eutizio, ubicado en el Valle Castoriana de la provincia de Perugia.
En este recinto benedictino, la antigua cruz pintada en 1472 por Nicolás de Ulises de Siena, conocida como el crucifijo de San Eutizio, se vino abajo y quedó partida en unos 30 fragmentos.