Los católicos en Jerusalén celebraron este viernes 29 de noviembre el regreso a Tierra Santa de una reliquia de madera que según la tradición pertenece al pesebre de Jesús, y que estuvo casi 1.400 años en Roma como un regalo para el Papa Teodoro I.

Alrededor del año 640 el Patriarca de Jerusalén, San Sofronio, envió el pesebre al Papa Teodoro I cuando los musulmanes conquistaron Tierra Santa, y actualmente se conserva en la basílica de Santa María la Mayor, según señala la prensa internacional.

La reliquia es del tamaño de un pulgar y fue presentada a los fieles en la iglesia de Notre Dame en Jerusalén para un día de celebraciones y oración.

El Vaticano señaló que el Papa Francisco devolvió la reliquia a los católicos en Tierra Santa como un regalo a la Custodia de Tierra Santa.

Varias actividades se llevaron a cabo el día de hoy por la llegada de la reliquia, según detalla el sitio web de la Custodia en Tierra Santa. El Nuncio Apostólico en Israel y Chipre, Mons. Leopoldo Girelli, presidió "la celebración de la santa misa prevista a las 9:00 en la capilla dedicada a Nuestra Señora de la Paz, dentro del complejo de Notre Dame".

Luego de ello los fieles pasaron a rezar frente a la reliquia, Louisa Fleckenstein, una residente de Jerusalén, señaló en una entrevista a AP, que por el silencio y la oración que había por la adoración a la reliquia, se sentía como Navidad, como "la verdadera Navidad".

La Custodia añadió que este 30 de noviembre, por la mañana, la reliquia fue "trasladada a Belén coincidiendo con el comienzo de las celebraciones del tiempo de Adviento". El fin es que "los fieles y peregrinos puedan venerar la cuna que acogió los comienzos de nuestra redención en la iglesia franciscana de Santa Catalina", ubicada al lado de la Iglesia de la Natividad en Belén (Cisjordania), construida donde la tradición indica que nació Jesús.