17 de noviembre de 2015 / 01:52 PM
Vive en una ciudad castellana, no utiliza su verdadero nombre por su seguridad y la de su familia, pero ha contado a unomasdoce.com cómo salió de Siria y cómo es su vida en España. Su fe greco-católica se ha mantenido fuerte a pesar de las dificultades, por eso pide a Dios "la paz y que termine esta guerra", "necesitamos la ayuda de los cristianos del mundo para Siria".
Él es greco-católico, vivía en Alepo con su mujer y sus dos hijos. Es licenciado en Derecho y ejercía como abogado en su ciudad. "Antes de la guerra vivíamos bien; trabajaba en mi bufete", recuerda. Sin embargo todo cambió cuando estalló la guerra porque Alepo se dividió en dos, una parte controlada por grupos armados y la otra por el gobierno sirio.
"La situación más dura la sufren los que viven en el área de la zona de Alepo controlada por el Gobierno porque a diario hay cohetes, morteros, bombas, coches-bombas, secuestros, bloqueos, cortes de electricidad y de agua, también cortes de carretera entre Alepo y otras ciudades. No dejan entrar alimentos a esa zona. No es una vida normal", asegura a la web de información unomasdoce.com.