La historia de Ossama y su hijo Ziad tiene un final feliz. Ambos salieron en las noticias de todo el mundo por haber sido pateados por la camarógrafa húngara Petra Lazlo cuando estaban en una zona fronteriza del país. Su historia conmovió a Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores quién decidió darles casa y trabajo en Madrid (España).
El emotivo mensaje del hijo del hombre derribado por reportera en Hungría http://t.co/isAQaIbBMr pic.twitter.com/0gkAWtDZOk
- La Tercera (@latercera) septiembre 12, 2015