4 de junio de 2008 / 04:37 AM
En su carta semanal, el Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco aseguró que "reconocer la dignidad de cada ser humano garantiza la verdadera paz en el mundo" al reflexionar sobre el 60º aniversario de la Declaración Universal de la Derechos Humanos.
El Arzobispo señaló que "la persona y su dignidad es el mejor lugar de encuentro de todas las tradiciones, culturas, ideologías y pueblos que componen nuestro mundo" y al conmemorar el aniversario "resulta imprescindible renovar esta convicción", tal como propuso Benedicto XVI en su reciente viaje a los Estados Unidos.
"Los católicos debemos conocer la clara postura de la Iglesia con los Derechos Humanos y es positivo que quienes no comparten nuestra fe sepan también esta decidida actitud en evitación de equívocos", agregó y recordó que "la Declaración de 1948 fue el resultado de una convergencia de tradiciones religiosas y culturales, todas ellas motivadas por un doble propósito: poner a la persona humana en el corazón de las instituciones, leyes y actuaciones de la sociedad, y considerar a la persona esencial para el mundo de la cultura, de la religión y de la ciencia".