El 2 de junio la Asamblea de Irlanda del Norte votó a favor de una moción que rechaza la "imposición" de la legislación que permite abortar a niños con discapacidad, incluido el síndrome de Down, hasta el nacimiento del bebé.
Si bien la moción aprobada no es vinculante, es decir, que no alterará la ley que ya entró en vigor el 31 de marzo en Irlanda del Norte, envía un mensaje a los parlamentarios de Westminster que "impusieron" esta legislación. Además, dará un impulso a aquellos que hacen campaña para que las leyes del aborto sean determinadas por la Asamblea de Irlanda del Norte.
Un día antes de la votación, los obispos católicos de Irlanda del Norte exhortaron a los miembros de la Asamblea a rechazar las nuevas regulaciones sobre el aborto, que para ellos fueron impuestas "sin el consentimiento del pueblo de Irlanda del Norte".