Al concluir el encuentro de los Obispos de Irlanda con el Papa Benedicto XVI, realizado en el Vaticano entre el 15 y el 16 de febrero, para tratar el delicado tema de las graves inconductas sexuales de algunos miembros del clero en ese país europeo, el Santo Padre resaltó que uno de los factores que contribuyó a este fenómeno fue el debilitamiento y la crisis de fe.
El comunicado dado a conocer hoy señala que "el 15 y el 16 de febrero el Santo Padre se encontró con los obispos irlandeses y con altos representantes de la Curia Romana para discutir de la grave situación surgida en la Iglesia en Irlanda. Juntos examinaron el fracaso durante muchos años de las autoridades de la Iglesia irlandesa para atajar eficazmente los casos de abusos sexuales de jóvenes por parte de sacerdotes y religiosos irlandeses".
"Todos los presentes han reconocido que esa grave crisis ha desembocado en el desmoronamiento de la confianza en la jerarquía eclesiástica y ha perjudicado su testimonio del Evangelio y sus enseñanzas morales", dice el texto