Bajo el lema "Misioneros por la Vida", el proyecto "Adopción espiritual de un niño no nacido en peligro de aborto" convocó a rezar a diario durante nueve meses por la vida de los bebés en gestación que corren el riesgo de ser abortados.
Iris Julieta Ramírez Salas, miembro de la Orden Franciscana Seglar y fundadora del proyecto en Costa Rica, dijo a ACI Prensa que la iniciativa busca contribuir a "salvar vidas del aborto" a través de la oración, y también "sensibilizar y concientizar a las personas sobre el valor y respeto de la vida humana, desde el momento mismo de la concepción".
Dijo que el programa, que se inició en 2018, indica que los "padres espirituales" se "comprometen a orar diariamente durante nueve meses por un bebé [desconocido] que está en peligro de ser abortado". Precisa que le ponen un nombre de niño o niña para "mantenerse enfocados en la realidad de que sus oraciones están ayudando a salvar un bebé y a su madre de la maldad del aborto".